Cuando Los Millonarios hicieron temblar el Falla

La comparsa 'Los Millonarios', en 2015, suponía el principio y el fin de una era para Juan Carlos Aragón.

Por un lado, suponía el fin de una etapa en el que había mantenido un pulso al 'poder', ese de los que tanto le gustaban a él. El año anterior, y junto a los hermanos Carapapas, habían demostrado que hacer una comparsa fuera del concurso era posible, que estaban hartos de aquellas normas y que su comparsa estaba muy por encima de aquel encorsetamiento y directrices que en aquel momento reinaban entre las bambalinas.

Juan Carlos siempre defendió el Carnaval de Cádiz como un arte mayor, y para ello esa 'muestra piloto' era el gran ejemplo.

Pero pasó lo que ocurría a menudo en los grupos de JC, cambios y más cambios, aunque esta vez, nadie imaginaría que aquello supondría el fin de una etapa y el principio de otra, posiblemente una de las más bonitas de todas.

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Los Millonarios se presentaban con 7 caras nuevas

Se comenta que fue a través de un grupo de whatsapp, por el que el autor dejó de prescindir de algunas de sus voces más icónicas.

Paco Pellejo, Jesús Cateto, Mawito, Javi Otero, Antonio Moncada, Carlos, Pillo, Moi y Fran Rueda dejarían de formar parte de la comparsa.

El grupo incorpora posteriormente a Sergio Espinosa 'Sehito', Adrián López 'Waxi' y Manolín Santander de la chirigota del Canijo, a Saúl de 'Los Gallitos', la percusión de Sergio Plaza y Sergio Soto de la comparsa de Jonathan Pérez, Alejandro Molina 'Ale de Huelva' de la comparsa 'Áfrika' y al corista Miguel Sánchez 'Tron'.

Finalmente, tras un año de ausencia, Juan Carlos Aragón regresaría al Gran Teatro Falla en el año 2015, con un grupo y unas ideas totalmente renovadas.

Una auténtica revolución

Cuando uno cambia de estilo, y ya cuenta con un amplio número de seguidores corre el riesgo de que todo se le vuelva del revés, es decir, acercarse a los que estaban escépticos y alejarse de los incondicionales que siempre permanecieron ahí.

Pero aquí entra la magia de esta comparsa. 'Los Millonarios' fue posiblemente la única comparsa que consiguió encantar aún más a su 'Chusma Selecta' y embaucar a sus detractores y enemigos. Pocos, muy pocos fueron los que se atrevieron a saltar a la gresca cuando la comparsa entonó su pase de preliminares.

Y es que 'Los Millonarios' supieron dar en la fibra. El soniquete más puro desde la sala de máquinas comandada por Manolín retumbaba en aquel silencio del trío que aún pone los pelos como escarpias, la firmeza y la limpieza con la que el grupo vocalizaba y se expresaba en cada una de las estrofas hacía calar el mensaje hondo, claro y conciso. El grupo creía lo que cantaba, y eso sumaba puntos desde el inicio.

Unos cuartos de final para la historia

Pero para esta comparsa, hay un antes y un después: la fase de cuartos de final.

El 2 de febrero de 2015, es una fecha marca a fuego para los componentes de 'Los Millonarios', y es que muchos de ellos supieron el verdadero sonido del crujir de los cimientos del Gran Teatro Falla, el verdadero zénit para un carnavalero... el olimpo del pueblo.

Juan Carlos volvía a escribirle a Cádiz, pero de una manera en la que nunca antes lo habíamos oído ni disfrutado. Posiblemente aquí, en esa fase de plena madurez creativa del autor, comenzamos a darnos cuenta que se había despertado el verdadero volcán, y una erupción de letras, mensajes y reivindicaciones comenzaban a taladrarnos la mente...a sangre y fuego.

Llegó el primer misil, 'Cádiz, Tacita de Plata', una oda a Cádiz como nunca antes habíamos disfrutado, un calambre certero y directo... era el Capitán Veneno en estado puro. El Falla se caía, y Manolín miraba a los suyos diciendo...¿y qué pasará con el segundo?

Y llegó el segundo, 'Igual que en una mezquita', y el crujido se pudo oír más allá de las Puertas de Tierra... los cimientos del Falla habían alcanzado su cúlmen, no había nada más allá, el éxito rebosaba por aquel fresco del paraíso de Felipe Abarzuza...lo inundaba todo, nuestro reloj biológico se detuvo durante aquellos dos minutos y pico... Cádiz estaba hablando y el veneno se estaba coagulando en nuestra sangre en cada verso, en cada estrofa...

Incontestables, de principio a fin

Seguramente, en aquel momento entendimos que aquel 2015 el pozo se había abierto, Juan Carlos cogió lo mejor que había y lo cerró a cal y canto, pese a que 'Los Gadiritas' de Tino Tovar lucharon con uñas y dientes hasta el último segundo.

Aquello era lo magnífico y lo mágico del Capitán Veneno, era capaz de hacer aún mejores a sus rivales.

Aquellos millonarios fueron prácticamente incontestables de principio a fin. Desde la idea del tipo, jugando con la alegoría del dinero y de la verdadera felicidad, a la batería de pasodobles donde aparte de los nombrados, le dieron un gran rapapolvos a los iconos mundiales de la música española por no seguir levantando conciencias en sus letras, a Ramoni y su espectáculo como hombre-orquesta desde la traspunta, al contrabajo de Tron...a aquella preciosa cuarteta de 'La Calle'...

Muchos ya lo sabían, pero aquel 2015 vivimos una auténtica eclosión de un poeta que se sienta a la derecha de Paco Alba sin ningún titubeo, de un grupo que defendió desde ahí, hasta el final de sus días todas y cada una de sus letras con una fe y un compromiso inquebrantables.

Aquel 2015 hizo una muesca en el calendario de la historia, una pequeña cicatriz en nuestra alma carnavalera, aquellas que te recuerdan que difícilmente podrás olvidar aquellos compases ni aquellas letras, como aquel que nunca olvida un amor de primavera.